jueves, 27 de septiembre de 2012

ETICA PROFESIONAL.


ÉTICA PROFESIONAL.
La tarea docente se enfrenta a diversos y apasionantes retos/problemas. Un mundo plural –con una escuela intercultural– una sociedad con graves desajustes socio-económicos-culturales –con una escuela inclusiva– y una enseñanza obligatoria, para todos, hasta los 16 años. Ante este panorama, los autores plantean la necesidad de elaborar una ética profesional docente, “construida entre todos los ciudadanos, a quienes afectan las decisiones que se forman en el terreno de la enseñanza y el aprendizaje”, y que resuma el papel que se le asigna socialmente al docente como transmisor de conocimientos y cultura, así como de formador de personas críticas, con curiosidad intelectual, honestidad… Y he aquí donde nos surgen muchas dudas, dudas que deben responderse desde planteamientos éticos: ¿Qué contenidos deben ser transmitidos?; ¿son todos igual de valiosos?; ¿cómo se forman realmente personas críticas?…
Los autores mantienen que la elaboración de esta ética docente debe responder a una serie de principios básicos: El respeto a la dignidad personal de todos los miembros de la comunidad, fundamentalmente, a su conciencia, intimidad y características diferenciales de cada persona.
La promoción de los derechos humanos y la defensa de los valores de la ética civil. Éstos no sólo deben ser enseñados, sino vivenciados. El proceder siempre conforme a la justicia, con autonomía profesional y con responsabilidad profesional.
Situar sus competencias profesionales al servicio del bien de los usuarios. Ser imparcial, veraz y respetar la confidencialidad. Tras esta introducción al campo de la ética docente, se distribuye la obra en diferentes capítulos destinados a describir las características fundamentales de la ética por niveles educativos, así como para los profesionales que prestan servicio de apoyo a los propios docentes.
En síntesis, pretende una educación de calidad, atendiendo a la diversidad y sin olvidarse del papel de la familia y de su necesaria co-responsabilidad en el proceso educativo. Reto que deben asumir sin miedo, con responsabilidad y con beligerancia. La enseñanza y el aprendizaje de los valores éticos no entienden de medias tintas.
La necesidad de un nuevo perfil profesional, que dé respuesta, por un lado, a la demanda de estrategias para trabajar la diversidad y atender a la persona de forma personalizada, adaptando las metodologías, los ritmos…; y, por otro, que sepa enfrentarse a las problemáticas de la conflictividad en el aula y del fracaso escolar. Pero estos retos deben estar acompañados de una educación de sus alumnos, que atienda a aspectos afectivos, morales, cívicos… 
Bajado de una revista pedagógica del año 2012.

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